viernes, 12 de junio de 2015

El Gin-Tonic: historia y curiosidades VII

Hoy, nuestra última entrada de esta serie, la dedicaremos a curiosidades sobre el Gin-Tonic.


El Gin-Tonic está lleno de ciencia


La bebida de moda, el Gin-Tonic, esconde multitud de anécdotas científicas. Éstos son los secretos del 'cubata fluorescente'.

De noche, todos los gin-tonic son azules




Probablemente te habrás preguntado alguna vez por el color azul de estas bebidas alcohólicas. Su curiosa tonalidad, que aparece bajo la exposición de luz ultravioleta, ha provocado que el gin-tonic también sea conocido como el cubata fluorescente.

La culpa de su color azul se debe, al igual que en el caso del sabor amargo, a la quinina. Este compuesto contra la malaria es fluorescente, especialmente si lo mezclamos en una disolución ligeramente ácida, como la tónica. ¿Y en qué consiste esta fluorescencia?

Cuando la luz ultravioleta incide sobre nuestra copa de Gin-Tonic, la quinina presente es capaz de absorber esa energía, para luego emitir una pequeña fracción de la misma en forma de radiación electromagnética. Esa radiación es en realidad la luz azulada que vemos salir de nuestros cócteles. Su intensidad variará en función de la concentración de quinina que presente la tónica, siempre que mantengamos la misma intensidad en las lámparas de luz ultravioleta que vemos en muchas discotecas.

¿Por qué no debes servir la tónica caliente?


Parece lógico pensar que la ginebra y la tónica que forman nuestra mezcla deben estar a la temperatura adecuada. Sin embargo, una duda nos acecha. Si servimos el Gin-Tonic con hielos y la ginebra está bien fría, ¿es necesario que la tónica también esté a bajas temperaturas? Está prohibido usar tónica caliente.

La tónica no es más que agua carbonatada artificialmente; es decir, agua a la que le hemos añadido anhídrido carbónico (también conocido como dióxido de carbono). Las famosas burbujas que percibimos en nuestra copa son el resultado de este gas.



La solubilidad del dióxido de carbono varía en función de la temperatura: cuanto más alta sea, menos soluble será el anhídrido carbónico. Si servimos la tónica caliente, el gas se disipará y no percibiremos las burbujas tan características del cóctel.

La solubilidad variable del dióxido de carbono en función de la temperatura es conocida desde la década de los cuarenta. En aquella época, investigadores publicaron en la prestigiosa Journal of the American Chemical Society una gráfica que explica que, manteniendo la presión constante, el gas se va haciendo menos soluble a medida que aumentamos la temperatura.

Aquel clásico experimento nos explica hoy la razón por la que no podemos mezclar la ginebra con una tónica caliente.

¿Debemos servir la tónica con una cucharita imperial?


¿Lo de hacer caer la tónica por una cucharilla en espiral es un rito, un mito o sirve realmente para algo?

Para comprobarlo, Ferran Centelles, sommelier de El Bulli, realizó un experimento con el que determinó si el uso de la cucharita imperial favorecía la presencia de gas carbónico en el Gin-Tonic. Sus resultados, publicados en la revista 7 Caníbales, demostraban que al usar la cuchara se pierde más del 15% del dióxido de carbono del combinado.



Si te gusta el Gin-Tonic con mucha efervescencia, deberás respetar tres máximas: no usar tónica caliente, olvidarte de la cucharita imperial, y por último, no remover el cóctel. Si lo hiciéramos, provocaríamos la pérdida de dióxido de carbono de nuestro Gin-Tonic.

¿Y por qué ya no se añade el jugo del limón?


Hace años, cuando el Gin-Tonic no estaba de moda y se servía en vasos de tubo y con cantidades imbebibles de ginebra, era costumbre añadir un chorrito de zumo de limón al Gin-Tonic. 

Pues no, no es recomendable. El ácido cítrico presente en esta fruta reacciona con el anhídrido carbónico de la tónica dejando a ésta sin sus características burbujas y haciendo que el gin-tonic pierda su fuerza en breves minutos.

Lo más recomendable es aromatizar y decorar sólo con piel de limón o de lima; y como mucho introducir una rodaja transversal de lima o limón en la copa.



El Gin-Tonic, ¿es el combinado que menos engorda?


Aquí os dejamos la información nutricional de 200 ml de Gin-Tonic preparado con una cantidad 1:4 de ginebra. Valorad vosotros mismos.

  • Energía: 32,90 kcal
  • Proteínas: 1,85 g
  • Hidratos de carbono: 4,25 g
  • Fibra: 0,00 g
  • Ácidos grasos saturados: 0,00 g
  • Ácidos grasos monoinsaturados: 0,00 g
  • Ácidos grasos poliinsaturados: 0,00 g
  • Colesterol: 0,00 mg
  • Calcio: 31,45 mg
  • Hierro: 0,00 mg
  • Cinc: 0,00 mg
  • Vitamina A: 3,70 µg
  • Vitamina C: 63,60 mg
  • Ácido fólico: 11,10 µg


Y ahora, a disfrutar de vuestro Gin-Tonic; que eso no entiende de ciencia :-)

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